HAY SÓLO UN DIOS.

La Biblia dice claramente que hay un Dios y sólo uno. 
Las tres personas diferentes de la Trinidad son una no sólo en propósito y en acuerdo en lo que piensan, sino que son una en esencia, una en su naturaleza esencial. En otras palabras, Dios es sólo un ser. No hay tres dioses. Hay sólo un Dios.
Uno de los pasajes más conocidos del Antiguo Testamento es Deuteronomio 6: 4-5: «Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas».
CUANDO MOISÉS CANTA:
¿Quién, Señor, Se Te Compara Entre Los Dioses? ¿Quién Se Te Compara En Grandeza Y Santidad? Tú, Hacedor De Maravillas, Nos Impresionas Con Tus Portentos (Éx 15: 11) La Respuesta Obviamente Es: «Nadie». Dios Es Único, Y No Hay Nadie Como Él Y No Puede Haber Nadie Como Él. De Hecho, Salomón Ora: «Así Todos Los Pueblos De La Tierra Sabrán Que El Señor Es Dios, Y Que No Hay Otro» (1ª R 8: 60).
Cuando Dios habla, repetidamente dice sin dejar duda que él es el único Dios verdadero; la idea de que hay tres dioses para adorar antes que uno sería impensable a la luz de estas afirmaciones extremadamente fuertes. Sólo Dios es el único Dios verdadero y no hay nadie como él. Cuando habla, sólo él habla; no está hablando como un Dios de tres que deben ser adorados. Él dice:
Yo Soy El Señor, Y No Hay Otro; Fuera De Mí No Hay Ningún Dios. Aunque Tú No Me Conoces, Te Fortaleceré, Para Que Sepan De Oriente A Occidente Que No Hay Ningún Otro Fuera De Mí. Yo Soy El Señor, Y No Hay Ningún Otro. (Is 45: 5-6)
De modo similar, llama a todos en la tierra a que se vuelvan a él: Fuera de mí no hay otro Dios;
Dios Justo Y Salvador, No Hay Ningún Otro Fuera De Mí. Vuelvan A Mí Y Sean Salvos, Todos Los Confines De La Tierra, Porque Yo Soy Dios, Y No Hay Ningún Otro. (Is 45: 21-22; 44: 6-8).
El Nuevo Testamento también afirma que hay sólo un Dios. Pablo escribe: «Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre» (1ª Ti 2:5). Pablo afirma que «no hay más que un solo Dios» (Ro 3: 30), y que «no hay más que un solo Dios» (1ª Co 8:6).18 Finalmente, Santiago reconoce que incluso los demonios reconocen que hay sólo un Dios, aunque su asentimiento intelectual al hecho no es suficiente para salvarlos: «¿Tú crees que hay un solo Dios?
¡Magnífico! También los demonios 10 creen, y tiemblan» (Stg 2:19). Pero claramente Santiago afirma que uno «hace bien» en creer que «Dios es uno».
TODAS LAS SOLUCIONES SIMPLISTAS DEBEN NEGAR UNA HEBRA DE LA ENSEÑANZA BÍBLICA.
Ahora tenemos tres declaraciones, todas las cuales se enseñan en la Biblia.
1. Dios es tres personas
2. Cada persona es plenamente Dios.
3. Hay sólo un Dios.
En toda la historia de la iglesia ha habido esfuerzos por concebir una solución sencilla a la doctrina de la Trinidad negando una u otra de estas afirmaciones. Si alguien niega la primera afirmación, nos deja con el hecho de que cada una de las personas que se mencionan en la Biblia (Padre, Hijo y Espíritu Santo) es Dios, y que hay sólo un Dios.
Pero si no tenemos que decir que son tres personas distintas, hay una solución fácil: son simplemente nombres diferentes de una persona que actúa diferente en diferentes ocasiones. A veces esta personas se llama a sí mismo Padre, a veces se llama Hijo, y a veces se llama Espíritu.
No tenemos dificultad en entender eso, porque en nuestra propia experiencia la misma persona puede actuar en un momento como abogado (por ejemplo), en otro momento como padre de sus propios hijos, y en otro momento como hijo respecto a sus padres; el mismo individuo es un abogado, padre e hijo.
Pero tal solución negaría el hecho de que las tres personas son individuos distintos, que Dios Padre envía a Dios Hijo al mundo, y que el Hijo ora al Padre, y que el Espíritu Santo intercede por nosotros ante el Padre.
Otra solución sencilla se hallaría al negar la segunda afirmación, es decir, al negar que alguna de las personas que la Biblia menciona realmente es Dios plenamente.
Si simplemente sostenemos que Dios es tres personas, y que hay sólo un Dios, tal vez podríamos vemos tentados a decir que alguna de las «personas» en este un Dios no es plenamente Dios, sino que es una parte subordinada o creada de Dios.
Esta solución la tomarían, por ejemplo, los que niegan la plena deidad del Hijo (y del Espíritu Santo). Pero, como vimos arriba, esta solución tendría que negar una categoría entera de la enseñanza bíblica.
Finalmente, como se anotó arriba, una solución sencilla surgiría al negar que hay sólo un Dios. Pero esto resultaría en una creencia en tres dioses, algo claramente contrario a la Biblia.
Aunque el tercer error no ha sido común, como veremos más abajo, cada uno de los primeros dos errores ha aparecido en un tiempo u otro en la historia de la iglesia y todavía persiste en algunos grupos de hoy.
NOTA: 1ª Co 8: 6 no niega que Dios Hijo y Dios Espíritu Santo sean también «Dios», sino que aquí Pablo dice que a Dios Padre se identifica como este «sólo un Dios». En otras partes, como hemos visto, puede hablar de Dios Hijo y Dios Espíritu Santo también como «Dios». Es más, en este mismo versículo, pasa hablar de «no hay más que un solo Señor, es decir, Jesucristo, por quien todo existe y por medio del cual vivimos».
Aquí usa la palabra Señor en su sentido total del Antiguo Testamento de (Jehová) como nombre para Dios, y dice que esta es la persona por medio de quien todas las cosas fueron creadas, afirmando así la plena deidad de Cristo por igual, pero con un nombre diferente. De este modo, este versículo afirma tanto la unidad de Dios y la diversidad de las personas en Dios.

EI término técnico para este punto de vista es modalismo, que fue una herejía condenada en la iglesia antigua; vea la explicación más abajo.